No dia 21 de Novembro celebramos a Apresentação de Nossa Senhora. São Paulo da Cruz tinha uma devoção toda especial por este dia, recordamos o Sim que Maria deu por primeiro e o papel todo especial que ela desempenhou no mistério da Redenção! Todos os anos, para este dia, fazemos um triduo de Exercícios Espirituais e, no dia da Apresentação fazemos a Renovação dos nossos Votos, a nossa entrega para o Senhor. A Igreja celebra todos os anos o dia Pro Orantibus, dia de Orações para a Vida Contemplativa e neste Ano da Fé haverá a Jornada para a Vida Contemplativa.
EM ORAÇÃO COM O PAPA FRANCISCO E AS COMUNIDADES DE VIDA CONTEMPLATIVA
QUINTA-FEIRA, 21 DE NOVEMBRO
A Jornada para a Vida Contemplativa (“pro orantibus”) celebra-se todos os anos no dia 21 de Novembro, por ocasião da memória litúrgica da Apresentação de Maria no Templo.
Esta Jornada convida toda a Igreja a recordar como a vida contemplativa, conduzida no silêncio e longe do frenesim do mundo de hoje, seja de sustento fundamental para a vida de todos os baptizados, dos missionários e de toda a sociedade. Portanto, de modo particular nesta Jornada, toda a Igreja está também chamada a unir-se em oração pelos mosteiros com necessidades especiais.
Por ocasião desta Jornada durante o Ano da Fé, o Papa Francisco irá visitar o mosteiro das monjas camaldolesas de Santo Antonio Abade no Aventino para rezarem juntos.
Unamo-nos espiritualmente a este momento de oração na quinta-feira, 21 de Novembro, a partir das 16.45 horas (hora de Roma), com o Papa Francisco e as comunidades de vida contemplativa de todo o mundo!
A Conferência Episcopal Espanhola comemora o dia Pro Orantibus na Solenidade da Santíssima Trindade e o Bispo que é Presidente desta Conferência escreveu um lindo texto por ocasião desta data que transcrevo abaixo e deixo o pedido de Orações por todos os Contemplativos e Contemplativas!
VIDA
CONTEMPLATIVA EN EL AÑO DE LA FE
Centinelas de la
oración
Celebramos la Jornada
“pro orantibus”. Es un día para que el pueblo cristiano tome conciencia,
valore y agradezca la presencia de la vida contemplativa. Desde la clausura de
los monasterios y conventos, las personas consagradas contemplativas, como
afirma el concilio Vaticano II, «dedican todo su tiempo únicamente a Dios en
la soledad y el silencio, en oración constante y en la penitencia practicada
con alegría»1. La Jornada se
celebra en el Año de la fe, convocado por el querido y recordado papa Benedicto
XVI, que nos ha dejado un luminoso magisterio sobre la vida consagrada en
general y sobre la vida contemplativa en particular. Ahora sigue amando y
sirviendo a la Iglesia a través de la plegaria y reflexión desde el retiro de
la clausura. El nuevo sucesor de Pedro, el papa Francisco, ha retomado toda la
programación del Año de la fe, para renovar a la Iglesia. Oremos para que Jesucristo,
Pastor Supremo, le asista en el pastoreo de su Iglesia en el Año de la fe y en
esta hora de nueva evangelización.
El lema de la
Jornada de este año es: Centinelas de la oración. (na Espanha é
celebrado no na solemnidad de la Santísima Trinidad e sempre é escolhido um
lema). La palabra centinela evoca vigilancia. Los centinelas estaban apostados
sobre los muros de las ciudades (cf. 2 Sam 18, 24; 2 Re 9,
17-20), en torres de vigilancia en el desierto o sobre las cumbres (cf. 2 Crón
20, 24; Jer 31, 6). El propio Dios es descrito en ocasiones como
centinela o guardián de su pueblo (cf. Sal 127, 1), siempre preocupado
por la seguridad y protección de los suyos (cf. Sal 121, 4ss). El
salmista suplica al Señor su misericordia y espera en su palabra «más que el
centinela la aurora» (Sal 130, 6).
La personas
contemplativas vigilan como centinelas día y noche igual que las vírgenes
prudentes la llegada del esposo (cf. Mt 25, 1-13) con el Esposo Jesucristo, que es lo esencial.con el
aceite de su fe, que enciende la llama de la caridad. Los monjes
El Catecismo de la Iglesia Católica habla abundantemente de la oración contemplativa (nn.
2709-2724). Elijo este número significativo: «La oración contemplativa es
silencio, este “símbolo del mundo venidero” o “amor […] silencioso”. Las
palabras de la oración contemplativa no son discursos, sino ramillas que
alimentan el fuego del amor. En este silencio, insoportable para el hombre
“exterior”, el Padre nos da a conocer a su Verbo encarnado, sufriente, muerto y
resucitado, y el Espíritu filial nos hace partícipes de la oración de Jesús»
(CEC, 2717).
Nuestros monasterios son un oasis de silencio orante y
elocuente. Son escuela de oración profunda bajo la acción del Espíritu Santo.
Son espacios dedicados a la escucha atenta del Espíritu Santo, fuente perenne
de vida, que colma el corazón con la íntima certeza de haber sido fundados para
amar, alabar y servir.
Las personas contemplativas como centinelas apuntan siempre a
lo fundamental y esencial. Para el hombre moderno, encarcelado en el torbellino
de las sensaciones pasajeras, multiplicadas por los mass-media, la
presencia de las personas contemplativas silenciosas y vigilantes, entregadas
al mundo de las realidades «no visibles» (cf. 2 Cor 4, 18), representan
una llamada providencial a vivir la vocación de caminar por los horizontes
ilimitados de lo divino.
En esta Jornada “pro orantibus” es justo y necesario
que recemos por las personas contemplativas, que volvamos la mirada y el corazón
a sus monasterios y pidamos por sus intenciones. Sin duda, sus intenciones van
encaminadas a la permanencia en la fidelidad siempre renovada de todos sus
miembros en la vocación recibida y al aumento de vocaciones en esta forma de
consagración.
Como un signo de gratitud, ayudemos también
económicamente a los monasterios en sus necesidades materiales. Sabemos que las
monjas y monjes son personas que por su habitual silencio y discreción no
suelen pedir; pero son bien acreedoras a nuestras limosnas y generosidad, y
nos pagarán con creces, alcanzándonos del Señor gracias y bendiciones de mucho
más valor.
Que la santísima Virgen María, primera consagrada al
Padre por el Hijo, en el Espíritu Santo, maestra de contemplación y centinela
orante que dio a luz al Sol de justicia, Cristo nuestro Salvador, cuide y
proteja a todas las personas contemplativas. ¡Feliz Jornada de la vida
contemplativa en el Año de la fe!
XVicente Jiménez Zamora
Obispo de Santander
Presidente de la CEVC